"Te amo" debe estar respaldado por la forma en que tratas a tu pareja

Hace poco se hizo viral un video de un hombre mayor maquillando a su esposa.
Ella no puede usar bien las manos debido a que tiene Parkinson y ella expresa que no se siente bien sin maquillaje.
Consciente de esto, él contrata a una maquilladora para que le enseñe a aplicarle bien los productos de belleza a su esposa.
Mientras le aplica las sombras y el labial el hombre no puede dejar de sonreír. Al final, le pasan un espejo a la esposa y con emoción dice: “Estoy linda, me veo como soy realmente. Muchas gracias”.
La maquilladora lo felicita por la labor realizada. “Has hecho un trabajo extraordinario”, le dice. Por su parte, el esposo no puede ocultar lo orgulloso que se siente de su esposa y del resultado obtenido: “Es que ella es mi chica”.
Recuerdo una época donde para mí era más fácil ser amable con alguien de la calle. Si una prima iba a visitarme le hacía una buena comida. Si mi esposo me pedía una limonada lo miraba con rabia.
Hoy ambos sabemos que los dos somos prioridad.
Jesús nos habló de dar la milla extra, algo que no aplica solo para el trabajo. Dar la milla extra en el matrimonio no es limitarse a ser fiel y dar por sentado que el otro sabe que lo amo. Es un café caliente en la mañana, un mensaje de texto para preguntarle como va su día, es llevarle de sorpresa el almuerzo al trabajo. Es recoger a tu pareja porque su auto está en reparación. Es preparar las papas en el airfryer porque sabes que tu pareja tiene colesterol alto.
Muchas personas solo estarán en nuestra vida por una temporada, pero despertar a tus 80 años al lado de la persona que amas, sabiendo que fueron extremadamente buenos el uno con el otro, eso es haber tenido una buena vida.