15 lecciones de las crisis en los matrimonios

¿Te has puesto a pensar en cuantos arrepentimientos hay detrás de una firma de divorcio?
Hay causas que lo ameritan, pero dejándolas a un lado, piensa en cuantos matrimonios se acaban porque “mi pareja tiene unos kilos de más” o “no es tan detallista como cuando éramos novios”.
Creo que no nos debemos conformar con un matrimonio a medias, pero también creo que tener expectativas muy altas nos va a llevar a la decepción. Porque el matrimonio viene a veces con problemas finacieros, discusiones por la crianza de los hijos, cansancio de un día estresante y una casa hecha un desastre porque nadie la quiere organizar…
Y eso no quiere decir que tengamos la “peor pareja del mundo”.
Hace un tiempo leí un consejo para tener más empatía. Decía que en medio de una situación embarazosa imaginaramos a la otra persona como un niño pequeño y vulnerable. Que bonito ver a nuestra pareja como un niño que a pesar de que tenga kilos de más, olvide el aniversario, o hable más de la cuenta, es digno de mi amor por siempre. Permanecer en un matrimonio requiere tener un corazón fuera de lo común. Requiere integridad y compromiso “a pesar de”.
Nosotros no renunciamos al trabajo cada vez que tenemos crisis. Es más, son los errores los que más aprendizajes nos dan. Lo mismo pasa en el matrimonio.
Abraza los procesos. Si cuando compras un rompecabezas, puedes confiar en que las piezas están completas, entonces ¿por qué no confiar que Dios ha puesto cada pieza de tu matrimonio por una razón? Aun aquello que no tiene sentido para ti hace parte de la obra maestra que algún día será completada.