Querido Dios...

El matrimonio es una de esas áreas donde más vamos a necesitar la intervención de Dios.
Son muchas las veces en que he querido tirar todo por la borda y hoy soy más consciente que nunca, que la oración nos impulsa a quedarnos en el barco . A seguir remando como equipo cada día con un amor más maduro, humildad y complicidad.
Cuando sientas que no puedes cambiar algo que te molesta de tu pareja o de ti, entrégaselo a Él. Háblale de esa situación específica como hablarías con un amigo. Si me preguntaras cuál es mi psicólogo favorito, te diría que es Jesús.
Para él ninguna petición es absurda. Él es feliz al escucharte y donde se acaban tus fuerzas, empiezan las suyas. Eso me encanta. Siempre habrá cosas que humanamente no podremos lograr, pero la respuesta está a una oración de distancia. A veces la respuesta viene de inmediato, otras veces se demora, pero lo importante es la transformación que se produce en ti mientras esperas.
“No temas; cree solamente.” -Jesús.