Dale lo mejor de ti a tu pareja
Esta frase me recuerda una historia de un hombre que estaba a punto de divorciarse. En una sesión de terapia le contó a su consejero sobre una ocasión en que vio a su esposa empacándole con mucho amor el almuerzo a su hijo, que se preparaba para su primer día de trabajo. Cuando él vio esta escena, no pudo contener las lágrimas. Su esposa nunca había hecho algo así por él. Solo lo había menospreciado durante años.
Levántate todos los días siendo consciente de algo: Si te casaste, tu pareja es tu prioridad después de Dios. Así que ella merece lo mejor de tu tiempo, los mejores regalos, que le guardes el mejor plato de comida, le des los mayores halagos, seas el primero en ayudarlo, y que aceptes su influencia a la hora de tomar decisiones.
Recuerda: tu pareja nunca debe pelear por un puesto en tu vida.