Eres tan afortunada y no te has dado cuenta
Nadie se imagina cuántas veces después de la boda me arrepentí de haberme casado o me pregunté por qué Dios no me había dado un esposo amoroso de esos que vemos en Instagram o en las películas.
Cuantos años perdí sin darme cuenta que tenía al lado a un ser humano maravilloso, porque simplemente veía en él, el reflejo de todo lo malo que había en mí.
Hoy entiendo que todos somos como espejos, lo que vemos en los demás, existe en nosotros. Sin duda, el día que decidí convertirme en una mejor persona y esposa, mi matrimonio y mi forma de ver a mi esposo empezaron a cambiar.
Comencé a entender que lo que yo veía como debilidad en él, en realidad era mi fuerza. A él le gustaba emprender, a mi ser empleada: gracias a él creamos una empresa. A él le gustaba ahorrar, a mi gastar: gracias a él, pudimos comprar nuestra casa. A él le gustaba leer, yo prefería ver una película: gracias a él, amo los libros. A él le gustaban los deportes, a mí me encantaba dormir, gracias a él amo hacer ejercicio. Él quería ser papá rápido, para mí no era una prioridad: gracias a él y a papá Dios tuvimos un hijo que nos llena el alma.
Hoy no tengo que compararlo con nadie, porque sencillamente entiendo que aun cuando algunas de mis tristezas hayan sido causadas por él, él es esa persona que Dios me regaló y que se quedó en mi vida, conociendo la peor versión de mí. Nadie se casa teniendo un doctorado en matrimonio, pero la respuesta para tener un matrimonio feliz es sencilla: Dios. Él es amor y decidir amar como él nos ama causa un impacto sin precedentes en la vida de tu pareja.
Voltea a ver a tu familia, sin duda tienes un tesoro al lado y no te has dado cuenta. Muchos de los tesoros que Dios ha puesto a nuestro lado tienen inseguridades, baja autoestima, problemas a causa de su niñez, mal carácter, pero aunque están quebrados siguen siendo tesoros. Ámalos hasta que no les queden dudas y verás la belleza que hay escondida en cada corazón: tu esposo, tus hijos, tu familia, tus amigos, ellos necesitan tu amor.
Eres tan afortunada de tenerlos y no te has dado cuenta.