Los grandes matrimonios
Hace poco fui a una tienda. Mi hijo no tenía tapabocas y el portero sacó uno para regalárselo. Su buena actitud logró capturar mi atención. El tapabocas era muy grande, y el portero con una sonrisa se tomó el tiempo de hacerle un nudo a cada lado para que le quedara bien a mi hijo.
Ese pequeño acto de amor no estaba en su contrato laboral, pero estoy segura de que lo había hecho muchas veces.
¿Te imaginas cómo será ese hombre en su casa? Puedo asegurarte que da la milla extra en cada cosa que hace. Creo que cuando se levanta no piensa: ¿Qué provecho voy a tomar de mi familia y mi trabajo? Sino: ¿Cómo puedo hacer la vida de las personas más fácil?
Cuan diferente serían los matrimonios si todos los días cada uno se levantara con la mentalidad de hacer feliz al otro.
En una sociedad tan egoísta siempre estamos esperando recibir, lo que no sabemos es que no se puede cosechar sin antes haber sembrado.
Así que a partir de hoy siembra toda la bondad, el servicio y el amor que puedas. El matrimonio es como un espejo, poco a poco verás a tu cónyuge haciendo lo mismo que tú. 🤍