Vence el desprecio en el matrimonio
Cuando veo dos viejitos tomados de la mano, abro mis ojos como si estuviera viendo algo en vía de extinción.
Amo ver la estabilidad que emana de una pareja que a pesar de los años es FELIZ. Si pusieras cámaras en su casa para observar su comportamiento, te apuesto a que no verías desprecio en sus actitudes.
¿Te ha pasado que estás en una fiesta con gente que no conoces y te sientes completamente ignorado? Así es el matrimonio para la persona cuyas necesidades están insatisfechas. Cuando le damos la espalda a nuestra pareja o la hacemos sentir invisible, va sentir que su vida de casada es como una fiesta a la cual no fue invitada.
El desprecio es el acta de defunción para el matrimonio. Peor aún, cuando solo le damos atención al cónyuge para criticarlo y juzgarlo. Esa actitud nubla lo positivo y amplifica la negatividad. A veces es necesario quitar los ojos de uno mismo y vivir el matrimonio como una fiesta donde nuestra pareja es el homenajeado.
Tu trabajo es hacer que tu cónyuge se sienta querido, comprendido, validado y amado. Tal vez no recibiste afecto en tu niñez, y te cuesta dar amor. Pero recuerda que donde se acaban tus fuerzas empiezan las de Dios. Lo que para ti es difícil o imposible, de su mano es posible. Ama ahora, y celebra la vida con la persona que amas.