Hace unos años mi mamá me recomendó leer libros sobre crianza porque mi hijo era muy rebelde. Yo me enfoqué en leer libros sobre matrimonios porque el mío estaba muriendo. Darle a mi hijo un hogar de paz funcionó.
Mi esposo me pedía con frecuencia que lo acompañara a hacer deporte y a mi por lo general me ganaba la pereza. Pero cuando leí Los 5 lenguajes del amor, entendí que su lenguaje del amor era tiempo de calidad. Cada vez que salimos a trotar correr o a montar bicicleta yo hago depósitos en su banco emocional y a la vez cuido mi salud.
Hace tiempo hice un reel sobre las 12 preguntas que todo matrimonio debería hacer. Vi un comentario que decía: “Y los globos contaminando… no pude escuchar el audio.” En el video aparecían unos globos de helio, la mujer se sintió ofendida por esto, y a causa de esa pequeña parte del video se perdió la esencia del mensaje completo.
Un psicólogo llamado James Coan hizo un experimento donde una mujer en una resonancia magnética cerebral recibía descargas eléctricas cada vez que aparecía una “❌” en una pantalla, activando el MIEDO en su cerebro.
¿Cuáles son las tres palabras que más te gustaría escuchar?
En una encuesta se preguntó a los estadounidenses cuáles eran las palabras que más les gustaría escuchar. Es fácil adivinar la primera respuesta: «Te amo». La segunda fue, «Te perdono». Pero la verdadera sorpresa fue la tercera respuesta: «La cena está lista».
El lunes hice una rutina de productividad con los hábitos que quería reforzar cada día. Mi esposo la vio y me dijo que me faltaba poner “orar”. Yo le dije que orar en la mañana ya era parte esencial de mi vida y que no necesitaba ponerlo en esa hoja. Luego me recordó que mi hijo y él faltaban en esa lista. Así que añadí: - Estudiar “Nacho lee” con Thiago - Consentir a mi esposo
La felicidad en el matrimonio no tiene fecha de vencimiento. Antes debería aumentar con los años.
Después de 37 años de casados, hoy veo a mis padres más enamorados que antes. Trabajan en la misma empresa, se transportan en el mismo carro, tienen los mismos planes el fin de semana y nunca los he escuchado decir que están cansados de estar juntos. El comienzo de su matrimonio fue terrible. Eran jóvenes, sin conocimiento y tropezaron mucho. Hoy el amor es fuerte.
Hace tiempo trabajamos con un cirujano bariátrico. Cada vez que le hacíamos diseños para su consultorio, él nos decía que primero iba a consultar con su esposa a ver cuál le gustaba. Eso me parecía lindo de su parte.
Esta semana le pedí el favor a mi esposo de seguir tendiendo la cama, antes de llevar a mi hijo a estudiar. Él me dijo que le gustaba cuando yo le daba indicaciones específicas. Hace unos días él me dijo que le gustaba cuando yo era cariñosa. Así que con gusto empecé a darle más afecto.
Nos gustaría tener la fórmula secreta para tener un matrimonio feliz, pero con los años he descubierto algo simple y poderoso: Los hábitos son buenos, hablar el lenguaje del amor del otro es maravilloso, la comunicación es poderosa, pero sin un buen corazón es muy difícil tener un buen matrimonio.